lunes, 12 de abril de 2010

Documental "La Frontera de Papel"

La frontera de papel, cinco historias de nostalgia y esperanza. from CarPa on Vimeo.



La Frontera de Papel es un documental producido por ACCEM y dirigido por Manuel López Poy, en el que se narra las diferentes historias de cinco inmigrantes que esperan en España a recibir el estatus de refugiado, sus viajes y sus motivos para solicitar la condición de refugiado y sus posibilidades y esperanzas de conseguirlo.

Producción: ACCEM
Dirección y guión: Manolo Poy
Realización: David Moreu
Edición: Carlos Padilla
Música: Matías Moreno

Aquí podéis ver el trailer que he hecho Carlos Padilla en su página de Artyka.

viernes, 9 de abril de 2010

Nada nuevo, Pepe


Como no me conoces, no sabes que le he metido un cambio a mi vida y he vuelto una temporada a la tierra que nos vio nacer, aunque creo que en nuestro caso sería mejor decir, que nos oyó nacer. A lo mejor por eso, o porque he visto la cojonera en el escaparate, o porque estoy hasta los huevos de que me digan cuanto me parezco, me he acordado de ti y me he dado cuenta de que hace ya más de un año que te largaste. Primero se me han ocurrido unas profundas reflexiones para compartir contigo: ¡Joder Pepe, como pasa el tiempo!. ¡Un día estás y al siguiente ya no!. ¡ No somos nada y menos en gallumbos!. Pero la verdad es que me faltaba algo, así que he decidido darte la tabarra yo a ti, ahora que no puedes hablar, y contarte como va por aquí desde tu huida.

Para empezar, los curas le siguen metiendo mano a los niños, cosa que a ti no te pilla de nuevas, no porque te hayan metido mucha mano, sino porque eres de esa generación que, cuando llevaba pantalón corto y medias por la rodilla, tuvo que acercarse a un confesionario para que un cura te preguntase si pecabas contra el sexto. Si no pillabas la indirecta, o te hacías el muerto boca abajo, te preguntaba directamente si te tocabas “ahí” y si lo hacías solo o con otros; pregunta esta última que era de agradecer porque te abría un mundo nuevo de posibilidades. ¡ Qué te voy a contar a ti!. En fin, que ahora se habla mucho del asunto porque han pillado a unos cuantos que hace años se pusieron las botas en orfanatos, seminarios, colegios y otros centros de acreditado pedigrí rijoso. Lo que pasa, es que ellos son pecadores, no delincuentes. O sea, que lo que para el común de los mortales supone unos años de cárcel, ellos lo solventan con un par de avemarías.

En política las cosas también siguen más o menos como siempre. De vez en cuando los del PP se comen unas barritas de merluza en mal estado y empiezan a hacer el número de la niña del exorcista echando sapos por la boca y escupiendo a Satán Zapatero y sus amantes de ETA. El hombre responde como siempre, enarcando las cejas, convocando a sus pajines (como ves, siempre volvemos a lo mismo) y viendo brotes verdes en el horizonte. Para mi que esos brotes vienen de la misma marmita en la que se calló Obelix. Por lo demás, PNV y Convergencia i Unió siguen como los pimientos de padrón, días sí y días non, Izquierda Hundida sigue profundizando en su proyecto y los demás jugando al mus, que si pitos, que si envido, que si órdago a la grande. Mientras, en los juzgados sigue el circo de las sonrisas de los que se lo llevan calentito.

Y por el mundo, más o menos lo mismo. Este año empezó bastante chungo, con terremotos en Haití y Chile. Como siempre, nos volcamos en ayuda humanitaria que llegó desorganizada, y como siempre, nos olvidamos del asunto antes de un mes. En nuestra querida Cuba, nuestros medio paisanos, los Castro, siguen como aquel maño del chiste delante de la locomotora: “pita, pita, ¡que como no te apartes tu!”. Obama ha empalidecido un poco, los chinos siguen siendo muchos y muy activos, en África siguen palmando en silencio y por todas partes las bombas fanáticas siguen destripando bien, sin mirar a quien. Como ves, poco de nuevo, viejo.

Aunque ahora me acuerdo de una cosa que si que supuso una novedad. Hace un par de meses un perro se ahorcó con su propia vestimenta cuando participaba en un desfile de modelos. Yo creo que la criatura se suicidó de la vergüenza que le daba. Claro, que como no fue ni el CSI ni nada, pues nos quedaremos siempre con la duda de si fue un accidente o el perro tenía más dignidad que la mitad de los que salen en el telediario.

Hasta siempre Pepe. Ya te mantendré informado. Por cierto, tu gran temor a quedar malamente con La Caixa puedes ir descartándolo. A pesar de la crisis siguen obteniendo beneficios.