Julia vive en Valencia. Es una mujer decidida y atractiva, o lo era antes de que un día decidiera huir de las palizas habituales, de los insultos diarios, de las humillaciones incesantes. Ahora es una de esas veinticinco mil mujeres que viven acosadas y amenazadas por sus parejas... o por quienes ellas escogieron un día como sus parejas y acabaron convirtiéndose en bestias irreconocibles. Viven con sobresalto cada vez que suena el timbre de casa, cada salida a la compra, cada llamada de teléfono. Sobreviven sin entender el pecado que las ha traído a este infierno.
Abdelmajeed al Zindani vive en Yemen y considera que las mujeres son bienes muebles que no deben salir de casa, porque eso significa que se mezclarían con los hombres para trabajar, hacer política o divertirse. Algo que, según Zindani, provocaría una bacanal de dimensiones cósmicas, con adulterios a gogó, hijos ilegales y todos los desmadres que pueda imaginar su calenturienta cabeza.
Warren Jeffs vive en California, Estados Unidos y cree que las mujeres son propiedad privada de la secta mormona que dirige y que no deben salir de los límites de su rancho. Warren tiene más de una docena de esposas, muchas de ellas menores de edad. Cree que acostarse con niñas adolescentes es la mejor forma de poblar la Tierra con fieles devotos, muy devotos pero sobre todo fieles.
Zindani y Jeffs no se conocen, pero tienen tantas cosas en común que se quedarían de pasta boniato, en el improbable caso de que se encontrasen.....y alguno de los dos viviese para contarlo, claro. Ambos odian los bares, las playas, los bailes, las películas, los libros que no dicen lo mismo que ellos piensan y, sobre todo, ambos desprecian profundamente el sexo que les dio la vida. Ambos creen mutuamente que el demonio es el otro. Quizá sean el mismo diablo que viajó a Sevilla para visitar al individuo que mató a su mujer a cuchilladas mientras dormía. Dijo que no sabía lo que hacía porque estaba poseído por el demonio. Pobre Lucifer, ¡si levantara la cabeza!.
5 comentarios:
Lamentablemente, hay situaciones y lugares en el mundo en los que ser mujer es una verdadera desgracia.
Que Dios los perdone. Yo ni puedo ni quiero hacerlo.
Felicito de verdad a M Poy por la lucidez de su escritillo, no exento de hechos repletos de enervante realidad que debería sonrojarnos a todos por pertenecer a la misma raza; la humana, claro. Bravo, Manolo, por la simplicidad llena de crudeza y sin eufemismos en el estilo de tu reflexión.
http://santylopez20.blogspot.com
saludos
Jei, Lucifer is rising.
We al shine on.
bicoss
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