lunes, 18 de febrero de 2008

El botín del Santander

Un individuo denuncia a los padres del chaval al que atropelló y mató hace unos años, para cobrar unos miles de euros. Un trabajador envenena a un compañero para intentar quedarse con su puesto de trabajo. Un grupo de desaprensivos pide dinero en nombre de los padres de la niña desaparecida en Huelva con el único fin de quedarse con la pasta. Ojala fuera una invención de mi desbocado cerebro, pero estas son noticias publicadas y aireadas por la prensa, lo que viene a demostrar, no sólo la inagotable ruindad del género humano, sino también la obsesión con el dinero que se ha apoderado de nosotros en los últimos tiempos. Menos más que vivimos en uno de los 20 países más ricos del mundo, que si no esto sería la hecatombe más total.

Claro que no es de extrañar viendo el ejemplo que dan nuestros líderes políticos y, se supone, cabezas pensantes de este país. Andan los tíos desaforados prometiendo hoy 400 euros de propina, mañana dentista gratis, pasado pensiones duplicadas, al otro un pino para cada uno y además dos huevos duros. Lo de la campaña electoral amenaza con acabar como la tómbola de mi pueblo cuando yo era crío, pero sin la gracia de aquello del perrito piloto. Y mientras, crece el alarmismo, cunde el pánico y los constructores se largan al Caribe dejando a sus currantes con el culo al aire. Los expertos pronostican al mismo tiempo una época de vacas flacas y una recuperación de la inflación, mientras la peña ve como el euro se encoge al tamaño de los diez céntimos.

Pero no hay que alarmarse porque el sistema económico es sólido, y sino que le pregunten al dueño/jefe/presidente del Banco de Santander que hace nada estaba más contento que unas castañuelas con los resultados de su banco en el último año. Han vuelto a ganar una cifra de esas que tienes que leer dos veces porque no sabías ni que existía tal número. Estimados clientes sigan tranquilos, que sus bancos no paran de forrarse. Por cierto, se me olvidaba: el dueño del Santander se llama Botín, como el de los piratas, por si les da alguna pista.